Un gran secreto descubierto, un anuncio importante y mucha ilusión: lo mejor del especial de Rocío Jurado
Llegó el gran día. Después de que la pasada semana Sálvame anunciase que este 14 de diciembre iba a emitir un especial en homenaje a Rocío Jurado titulado El último viaje de Rocío, se ha llevado a cabo el programa dedicado a La más grande. Desde el primer momento de la tarde del martes, los nervios estaban a flor de piel tanto por parte de los colaboradores como de una de las grandes protagonistas -con permiso de Rocío Jurado-, su hija, Rocío Carrasco. La empresaria se mostraba muy emocionada en todo momento al recordar algunos de los momentos más especiales que vivió junto a su madre.
Rocío Carrasco y Jorge Javier Vázquez/Telecinco
Nada más comenzar el espacio, el cantante Miguel Poveda se encargó de abrir las numerosas actuaciones que se pudieron ver a lo largo de las cuatro horas que duró dicho especial. Después, era Rocío Carrasco quien aparecía ataviada en un abrigo blanco de borrego con un cinturón para salvaguardarse se las bajas temperaturas que hay estos días en la capital. En su mano llevaba un clavel, símbolo de su madre y, mientras supervisaba cómo salían los 18 contenedores del almacén se pudo palpar cómo los nervios también estuvieron presentes en todo momento.
Lorena Gómez, pareja de René Ramos, también formó parte del espectáculo al interpretar uno de los temas de Rocío Jurado, Como alas en el viento. “Es un privilegio cantar este tema que no necesita ni presentación”, dijo orgullosa.
En el kilómetro 54 esperaba Charo Reina, una de las mejores amigas de Rocío Jurado. La folclórica revelaba el episodio por el cual la cantante y ella estuvieron distanciadas por un tiempo. «Se enfadó porque el día después de su boda con José Ortega Cano yo estaba invitada al programa de María Teresa Campos y por una serie de circunstancias dije que el pescado que se sirvió en la comida no estaba muy allá. A ella le sentó mal y estuvo un tiempo sin hablarme. Hasta que en la boda de mi prima Maite la veo mirándome y me dice ‘¿qué pasa. ¿Tú es que no me piensas dar ni un beso hoy’? Le dije que pensaba que estaba cabreada conmigo. Nos dimos dos besos y ahí se acabó todo”, explicaba nostálgica.
Rocío Carrasco, que fue la encargada de supervisar que los enseres de su madre fuesen trasladados correctamente, llegaba al plató donde la esperaba Jorge Javier Vázquez alrededor de las 18:00 horas. No pudo tener mejor recibimiento, pues a su llegada se encontraba con Adrián Martín Vega interpretando uno de los temas de su madre, Como una ola. Al terminar la actuación, ambos se fundían en un cálido y emocionante abrazo.
Rocío Carraco y Adrián en el especial a Rocío Jurado./Telecinco
Una vez ya en el espacio habilitado para el especial, Rocío explicaba que tuvo que pensar en otras cosas durante el viaje porque si no, no podía continuar. Los recuerdos y las emociones invadían así de la hija de La más grande, que no pudo reprimir las lágrimas al hablar de la cantante.
Uno de los momentos más especiales de la emisión llegaba cuando Rocío -hija- hablaba sobre las joyas que no se quita desde hace más de quince años. Sobre el anillo que luce en su mano con mucho cariño, Rocío Carrasco contaba que: “Yo llevo este anillo y lleva aquí 15 años. Este anillo significa que ella lo llevaba. Bueno son dos cosas. Ella lo llevaba siempre puesto y yo tuve que quitárselo cuando se la llevaron y yo me lo coloqué aquí, y aquí se ha quedado y aquí se quedará”. También porta una pulsera con gran significado para ella. “Esta pulsera que tiene tres brillantitos que se la regaló mi padre a mi madre cuando yo nací. Los tres brillantes éramos nosotros: mi padre, mi madre y yo. También se la tuve que quitar cuando se la llevaron y desde entonces no me la he quitado”, daba a conocer.
También, recordaba cómo fueron los últimos momentos que vivió junto a su progenitora, donde la esperanza se convirtió para ella en su gran salvavidas. “Yo no fui consciente de que se iba hasta poquitos antes días de que se fuera. Jamás perdí la esperanza. No lo iba a permitir. Para mí era algo impensable. Cuando me decían los médicos de que el 80% era que no iba a sobrevivir yo decía que daba igual porque ella está en el otro 20% y esa era mi cabezonería, pero al final…”, revelaba entre lágrimas.
Rocío Carrasco, emocionada./Telecinco
El contenedor número 18
Finalmente, fue el contenedor número 18 el que se abrió en directo. «¡Ay madre mía!», dijo Rocío nada más ver el contenido que había en su interior. Numerosos trajes de folclórica vieron a luz después de más de una década en el interior de las cajas. El primer vestido que sacaba Rocío era uno negro, de los primero que vistió la artista. “Es de cuando ella llegó a Madrid en los canasteros. Esto es una joya”, expresaba Rocío, asegurando que se lo iba a poner una vez llegara la Feria. También había algo muy especial, una capa que se convirtió en todo un emblema de Rocío Jurado, una de las que utilizaba para cantar Como alas al viento. Nada más ver la prenda, Jorge Javier Vázquez no dudaba en ponérsela. «¡Es una reliquia! ¿No me la puedo quedar?», decía entusiasmado el presentador.
Jorge Javier Vázquez con una capa de Rocío Jurado./Telecinco
El homenaje finalizaba con una noticia, que era un secreto a voces y, es que a partir del día 15 de diciembre comenzarán las grabaciones de la segunda entrega de la docu-serie de Rocío Carrasco, En el nombre de Rocío.